Atención, esta entrada contiene imágenes y enlaces que pueden resultar ofensivos o molestos.

Tengo que empezar diciendo que escribir sobre prótesis (o hablar de ellas con personas que no las necesitan) me da muchísima vergüenza. Me hace sentir «pintoresco», ya que el uso de prótesis cubre una necesidad que suele parecer ridícula a quienes no la tienen. Estoy hablando de prótesis de pene… (jo, que vergüenza).

Una prótesis es un aparato o pieza destinada a reemplazar total o parcialmente un órgano o miembro del cuerpo humano. Cuando los hombres trans hablámos de prótesis, así, sin especificar, no solemos referirnos a prótesis dentales.

Cada cual tiene sus prioridades a la hora de escoger qué prótesis usar, pero generalmente, cuanto más realista, más funcional, más barata y más duradera sea, mejor. Tras mucho pensarlo, yo decidí probar suerte con las prótesis Like Real, ya que había leido en algún foro que otros chicos trans las habían probado y estaban contentos.

Escogí el modelo LR-300, y como me da vergüenza hablar del tema, no voy a explicar por qué, aunque sí que diré que se supone que es una prótesis realista, que debería servir para orinar de pie y para tener relaciones sexuales (que calores y que apuro me da escribir sobre todo esto), además de ser bastante cara, aunque más barata que otras similares.

Al principio quedé bastante contento, aunque pronto descubrí que no sirve ni para orinar, ni para tener relaciones, con lo cual la relación calidad-precio se vino abajo en picado. No mucho tiempo después, también dejó de ser realista, pues empezó a perder el color por ciertas zonas, hasta que a día de hoy ya no tiene color en absoluto. Finalmente empezó a rajarse. Menudo timo…

En un foro me recomendaron que escribiese a los vendedores, ya que aunque lo comprase por internet, todo producto tiene su garantía. Lo cierto es que yo también lo había pensado, pero no lo hice porque pensé que seguramente no serviría de nada. El hecho de que la empresa esté fuera de España complica mucho las cosas a la hora de reclamar, y haber hecho la compra por internet, mucho más, sin embargo, nada perdía por intentarlo. De modo que escribí a los vendedores, que me pidieron que enviase fotos del cacharro en cuestión. Hice las fotos, se las envié, y una semana después me respondieron diciendo que la prótesis se había deteriorado por mal uso (me pregunto qué creen que hice con ella).

Así estaba el cacharro en cuestión hace quince días. En esta foto se ve bien la pérdida de color y la raja.

Mayor detalle de la raja en cuestión.

Podría liarme llendo a Consumo y enterándome de qué cauces legales hay que seguir para hacer una reclamación seria y formal, pero con todo el lío de lo de Ecuador creo que lo voy a dejar correr y voy a conformarme con contarlo por todas partes. Ya que hice las fotos, también voy a aprovechar para colgarlas por aquí. Más que nada por si alguien llega hasta aquí buscando información sobre el tema.

Lo que ha quedado de la pobre prótesis.

Estas fotos, por supuesto, ni son pornografía, ni son nada erótico… aunque en cierto modo sí que se puede decir que estoy colgando en internet fotos de mi pene. ¡Ya sabía yo que en mi interior vivía un exhibicionista! Las dos primeras son las que envié a los vendedores, y la última es del estado actual de la prótesis. Se le ha caido la parte de atrás, que era lo que se suponía que recogía la orina, así que ahora, definitivamente, sí que no sirve para eso… aunque, por otra parte, tampoco es que sirviese antes. Le he metido el sistema de Dj. Hicks para poder orinar de pie, que ya lo había usado antes y a mí me va bien, aunque a mucha gente le molesta…

En fin, parece que últimamente estoy en «modo gruñón». Dos entradas seguidas protestando…