En las últimas semanas, Rubén Noé Coronado, un hombre transexual ha saltado a los medios de comunicación para contar a los cuatro vientos que está embarazado de gemelas.

Antes de entrar en materia sobre el tema, quier aclarar algunas cosas.

Primero: conozco a Rubén Noé muy, muy poco, lo suficiente para haber tenido ya un problemilla con él (es el típico administrador de foros que considera que es lícito borrar y/o editar los comentarios de los foreros) y haber llegado a la conclusión de que es un gigantesco ególatra, metiroso y manipulador. A todas estas conclusiones, repito, he llegado después de conocerlo muy, muy poco, tan solo por unos cuantos intercambios de mensajes. Como es lógico, no quiero conocerlo más.

Segundo: debido a que repetidamente ha demostrado que es una persona que miente más que habla, no me creo lo de que esté embarazado. Hasta que no vea nacer las famosas gemelas, no me creo nada de nada. Aunque voy a opinar sobre la cuestión como si el embarazo fuese real.

Tercero: que no me parezca mal que un hombre transexual se quede embarazado, no significa que yo esté dispuesto a hacer lo mismo. Ni tampoco significa que no esté dispuesto a hacerlo, aunque sólo sea por aquello de «nunca digas de esta agua no beberé, ni este cura no es mi padre».

Una vez dicho esto, me ha llamado la atención, no el hecho de que alguien se quede embarazado (después de todo, miles de mujeres lo hacen cada día, y a nadie le llama la atención), si no las reacciones que se han dado a raiz de este caso.

Como siempre, es sorprendente la falta de capacidad de la gente para meterse en sus asuntos. Pero, en este caso, ese instinto de maruja de patio se combina con la intolerancia entre los intolerados. Ya escribí sobre ello anteriormente, en esta entrada, pero mi capacidad de asombro es ilimitada.

Y es que, a medida que más y más medios de comunicación se están haciendo eco de la noticia (todos ellos muy serios y fiables, como Donde Estás Corazón, la revista Pronto, etc…), la red ha empezado a llenarse de opiones al respecto. Por ejemplo, esta perlita, publicada en «Hazte oir» (plataforma que parece tener una cierta sordera), y los comentarios que aparecen en ella (uno es mío, a ver si sabéis cual). También el propio Rubén Noe ha recibido insultos en su blog (pondría un enlace, ya que en su firma del foro aparece la dirección, pero, como ya he dicho, me cae mal. El que quiera tener contacto directo con él, que se busque la vida), y supongo que habrán más cosas por ahí que yo no haya visto.

Lo curioso es que gran parte de la comunidad transexual también ha criticado el que este chico se haya quedado embarazado y haya ido a la televisión a contarlo. No digo que todo el mundo, pero sí bastantes personas. Dicen cosas como «quedarse embarazado no es de hombres», «si eres transexual y quieres tener hijos, te tienes que joder», y, una de mis favoritas «es que va a hacer que todo el mundo piense en los hombres transexuales como mujeres mutiladas que quieren quedarse embarazadas», o «el que salga en la TV hablando de su embarazo, perjudica a todo el colectivo».

No es la primera vez que desde el colectivo transexual se critican posturas que se alejan ligeramente de los tópicos esperados según género. Se critican a las personas transexuales homosexuales (como si por ser mujer te tuvieran que gustar los hombres, o vicebersa), a las parejas de personas transexuales (en este caso hay quien opina que son parejas «desequilibradas» y «que tendrán carencias»), a quienes se hacen la Cirugía de Reasignación Sexual (se las llama castradas), a quienes no se la hacen (les dicen que no puede ser que te sientas mujer y puedan convivir tranquilamente con unos genitales masculinos), etc…

La verdad, no entiendo esa necesidad de juzgar a los demás. Si un tipo quiere quedarse embarazado, y puede hacerlo, pues que lo haga. ¿No hay tanta polémica con el aborto? ¿Los que no quieren tener hijos han de tenerlos, y los que si quieren no deben? ¿A quien narices le importa todo esto, más allá de la simple anécdota?